jueves, 3 de diciembre de 2015

Cuando el Administrador de Fincas evita los conflictos vecinales.

        El Mago More (http://www.magomore.com/) es un artísta muy polifacético; da conferencias, es presentador, humorista, actor... pero cuando yo le conocí, hace como la burrada de 18 años, era un mago, (espectacular por cierto cómo escapaba de una camisa de fuerza), que actuaba en discotecas y restaurantes mientras estudiaba, (o al menos eso decía en su casa), la carrera de informática.

        Siempre me han gustado las actuaciones en directo, pero tengo que reconocer mi predilección por la magia, de modo que aproveché que tenía con él un amigo en común y comencé a seguirle en sus actuaciones. Un dia, por casualidad, vi que actuaba cerca del lugar donde resido y convencí a mis amigos para ir a verle. 

        Nos juntamos todos, tres mesas unidas, y decidimos gastar una broma a una de mis amigas, bastante tímida por entonces: que More la sacara para un truco. De forma que me fui tan contenta en el descanso, le saludé y le conté nuestra idea. Él me contestó que no había problema, y cuando me iba me dijo: "¿Te saco a tí?" a lo que yo le contesté: "¡No, no! que ya sabes que no me atrevo", y More me sonrió.

        Pasado el descanso, en mitad del número, el Mago More anunció que sacaría a alguien del público para hacer un truco. Comenzó a caminar entre las mesas, y se paró ante nosotros, jeje, esto marchaba, todos con los ojos fijos en mi amiga, todos aguantando la risa, cuando noté que me tocaba el hombro: "Acompáñame". Me quedé blanca, cuando le seguía sorprendida le dije bajito: "Oye, que no era yo, que era mi amiga", "ya" me contestó él "pero no puedes pedir para los demás lo que no quieres para tí". 

        Qué gran lección amigos, qué grande. El Mago More dará muchas conferencias, pero nunca una lección se quedó tan fija en la mente de nadie. Una lección práctica. Ni decir tiene que, con su sentido del humor, en el escenario More me gastó todo tipo de bromas y me colocó un sombrero, un bolso... ¡Me reí un montón con mi propia torpeza!.

        Pues cada vez que tengo ocasión, cuento esta historia que me sirve de mucho en mi profesión, y es que en el ejercicio de la profesión de la Administración de Fincas es necesario, en mi opinión, tener varios campòs de conocimiento: debes tener conocimientos de economía, de contabilidad, jurídicos, de mediador, de orador e incluso, (esto dicho con humor), de vidente para poder atender a determinadas demandas de los vecinos. Pero sobre todo, debes tener cualidades para evitar conflictos vecinales innecesarios.

        La propietaria de una vivienda en una Comunidad vino a verme una tarde porque quería solicitar permiso a la Junta para cerrar su terraza y ganar así una habitación. Le estuve comentando cómo debía hacerlo y la necesidad de incluirlo como Punto en el Orden del día de la siguiente Junta, cuando se acordó de que teníamos convocada Junta en otra Comunidad donde también era propietaria. En esta Junta un vecino había incluido como punto del orden del día la solicitud para cambiar las ventanas de su casa. El problema era que quería cambiarlas por un tipo de ventanas que aislaran más del frío y si bien se asemejaban bastante a las que existían, no eran del todo iguales. 

        La vecina entonces me comunicó que le parecían unas ventanas feísimas y que iba a votar en contra. Yo le indiqué que no las veía tan distintas a las existentes y me contestó que me parecía a su marido que no le daba importancia a nada. Hay que decir que en la Comunidad en cuestión ya había varios vecinos que habían cambiado las ventanas, respetando tono y forma, pero siendo ligeramente distintas.

        La señora me explicó que ciertamente las ventanas no eran tan distintas, y que había preguntado a algunos vecinos y no se iban a oponer, pero ella pensaba que no se podía dejar hacer a cada uno lo que quisiera; que ella llevaba 30 años en la Comunidad y que la gente que llegaba nueva quería cambiar las cosas y que no podía ser, argumentaba cargada de razones. Yo me sonreí, lo que molestó un poco a mi interlocutora, por lo que tras pedirle disculpas le dije que le iba a contar una historia, y le conté lo que os acabo de contar sobre More. Al principio me miró sin entender la razón de mi relato, hasta que le dije: ¿Y si se oponen al cerramiento de tu terraza por la misma razón que te niegas tú al cambio de ventanas? Sólo porque eres nueva en la Comunidad y quieres cambiar las cosas.".

        Se marchó la vecina no muy convencida. Pero cuando llegó el día de la Junta en la que el vecino solicitaba el cambio de ventanas, pregunté quién se oponía al cambio y nadie levantó la mano, ni siquiera la vecina, quien por cierto, me guiñó un ojo. Al salir de la Junta me dijo sonriendo: "No me he negado por si me sacabas a ponerme un gorro delante de todos.".

        Y es que en algunas ocasiones el Administrador de Fincas debe utilizar trucos de mago para evitar los conflictos vecinales.

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